domingo, 15 de agosto de 2010

La amante del Conde.





No deseo que la cicatriz desaparezca si no que sea aún más honda la herida.

Por eso que cada mañana lavo mi ropa tendiendola al hiriente sol.

Esperando que cuando caiga la noche, como siempre regreses a mi lado.




martes, 3 de agosto de 2010

Tiempo para el poema.

El tiempo para el poema es breve.
Es el tiempo desde que pongo los tortelinis a hervir
hasta que los aparto del fuego.
Ese es el tiempo con el que cuento
no tengo más.
Luego, cerrar el equipaje
y salir a prisa, como siempre
con la sensación de que hay algo de mi
que no me acompaña.

Hasta pronto¡