lunes, 28 de junio de 2010

Otros lugares.

Cerca del mar
se acaba la tierra
comienzan los peces
se acaban los ruidos
empieza el silencio.

Cerca del mar
Todo cobra sentido
el sol reaparece
la luna vigila.

Cerca del mar
está la orilla
y horizonte
tan invisible.

jueves, 24 de junio de 2010

Después de la hoguera.

Después de la hoguera
soñé con peces
y con agua y con una embarcación de tres al cuarto
donde te ahogabas tarde o temprano.
Después de la hoguera donde nada se quemó
cinco girasoles.
Cenizas envasadas al vacio, después de la hoguera
donde nada se quemó.

martes, 22 de junio de 2010

Primera tarde de verano.

Memoria de pluma suspendida,
al calor de un sol que apenas sientes.
Abre tu parasol de mil colores
aún para ver la vida en blanco y negro.

jueves, 17 de junio de 2010

CUANDO QUIERAS MARCHARTE.

Cuando quieras marcharte
se natural, no hagas ruido, vete cantando.
sonríe, deja unas flores, un tequila frío.
Dame un beso y vuelve pronto.

miércoles, 16 de junio de 2010

El plano.

Ahora estás aquí cerca ,muy cerca.
Y yo tengo una misión
una misión secreta.
Guardo en mi bolsillo
el plano de aquel lugar
junto al muro, frente al árbol
detrás de la casita pintada de azul.
Hasta allá yo debo ir
a la hora señalada, más
no puedo contar más.
La misión es muy secreta.

Tiempo.

No me lo robes, no me lo hagas perder
es lo único que tengo.

martes, 15 de junio de 2010

Un extraño dolor.

Trato de agarrarlo entre el pulgar y el resto
lo toco, no llego, se resbala.
Arrancarlo quiero.
Hacerlo desaparecer sería total.
Pero está instalado como el nido en el arbol.

Otra hora.

Hoy no tengo ganas de escribir
pero es un hábito que debo cuidar.
Con tanto esmero como el desayuno.
Como el sueño que es milagroso.
Como el agua que debo beber y no bebo.
Aunque hoy no tengo ganas, escribo.
Tal vez por que sólo puedo pensar en todos esos pasos
que siguen tu cuerpo metido en una cajita.

jueves, 3 de junio de 2010

Aproximación al Universo.

Delante de mi la noche
y sus invisibles cuerdas suspendidas.
Detrás de mi tan sólo el viento,
susurándome al oido lo que ya no soy
ni seré jamás.
Cuanto vacio tan lleno de nada.